Ángel Peralta se ve envuelto en una investigación por contrabando que lo lleva a refugiarse en una remota población en la que cree encontrarse a salvo, hasta que descubre la presencia de Mario, su hermano, obsesionado con la justicia y de quien se había alejado años. La única esperanza de escapar para Ángel es un niño con dificultades para comunicarse que busca a su madre y que, ante su imposibilidad de relacionarse con los demás, hace más difícil la huida. La Colombia de la década de los ochenta es el escenario del inevitable reencuentro, que reabre viejas heridas y desempolva viejos y oscuros secretos de familia.