víctor manuel meier no está contento con su nombre y decide cambiárselo. a partir de ahora se llamará piruleta, por su gran afición a las piruletas (lolys) verdes, las cuales tienen un poder especial cuando después de chuparlas quedan transparentes y mirando a través de ellas se consigue lo que uno quiere o le conviene.
" LLegó bien."
Ivan Jueves 03 de Febrero, 2011"Me ha gustado mucho el libro."