¿Cómo era Platero? Platero era pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que parecía que no tenía huesos, que era de algodón. Pero sus ojos negros, eran como espejos de azabache esa reluciente piedra negra- porque eran duros como dos escarabajos de crista. Cuando lo dejaban suelto, se iba al prado. Con su hocico acariciaba las flores rosas, azules, amarillas. Y cuando lo llamaban, cuando oía su nombre -« ¡Platero!»-, acudía enseguida trotando tan alegremente que parecía que se reía, que sonaban cascabeles.
"Hermosa adaptación :)"
Mariana Palafox Jueves 24 de Junio, 2021"Precioso libro y maravillosa adaptación para niños"