Los grupos evangélicos tuvieron en los últimos años un crecimiento exponencial en todo el continente americano y lograron consolidarse como una nueva fuerza política y social. Entre sus miembros hay presidentes, ministros y ministras, diputados y diputadas, asesores y asesoras que ocupan puestos clave en los gobiernos de la región. Son dueños de grandes medios de comunicación, tienen una fuerte base territorial entre los sectores populares y obtienen muchos recursos del Estado, por eso, sus líderes son muy requeridos por aquellos políticos que tienen ambiciones de poder.
"Aunque la investigación se acota a un par de países latinoamericanos, se puede apreciar las generalidades del fenómeno evangélico y su acción social y política. Sociologicamente hablando, un aporte bastante necesario ante la reflexión al respecto."