En Pólemos y stásis, Juan Pablo Arancibia acomete con una gran agudeza intelectual y con un pensamiento de una ética inclaudicable los tortuosos vericuetos de las configuraciones actuales entre guerra y política y su entronque con las tradiciones que Occidente ha sabido constituir. Pero, al proponerse esta indagación, no lo hace desde la inmediatez de los signos más evidentes con que nuestra realidad nos bombardea, sino que se dispone a desandar los laberínticos caminos de las ideas actuales a partir de lo que las antiguas discursividades griegas tienen para decir y significar en el mundo contemporáneo.