He planteado que en el mundo de hoy nos hemos embarcado en una carrera loca hacia ninguna parte, en una urgencia inducida para arrebatarnos el derecho de pensar. El resultado es evidente. Nos hemos transfigurado en seres simples. En la simplicidad descansa nuestro sometimiento. Es una estrategia tan perversa, tan inteligente, que ha logrado que los sometidos pensemos que somos libres. ...La idea es contribuir a salirnos de la fila, a llevar la contraria.