Este estudio clásico del teólogo John Murray muestra claramente la unidad orgánica y la continuidad de la ética bíblica. Murray aborda cuestiones éticas relacionadas con temas como el matrimonio, el trabajo, la pena capital, la veracidad, las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte, la ley y la gracia y el temor de Dios. Aunque los Diez Mandamientos proporcionan el núcleo de la ética bíblica, Murray señala al lector una y otra vez a toda la Escritura como la autoridad básica en asuntos de conducta.