Vivimos acosados por fantasmas internos que no nos dejan avanzar ni cumplir lo que nos proponemos. “Quisiera independizarme, pero tengo miedo”, “Cómo lamento ser tan exigente conmigo y con los demás”, “¡Me gustaría tanto que esta relación de pareja funcionara!”, “Si pudiera decir lo que pienso, sería tan feliz”: estos son algunos de los deseos largamente postergados por la presencia de los fantasmas internos que nos anclan en un espacio de angustia y de insatisfacción permanente. Querer y no poder propone reconocerlos, encontrar el diálogo posible, aprender a desmentir sus supuestas verdades y convertirlos en una fuente de energía útil para el crecimiento y la evolución. Todos estos pasos configurarán los distintos escalones de una ascensión de lo inconsciente a lo consciente, de la limitación a la superación, de la vida a medias a la plenitud.