Es el año 1971 y Chile es la tierra prometida. En las calles, campos y poblaciones del país se celebra el primer aniversario del triunfo en las urnas de Salvador Allende. Raymond Depardon viaja al sur mientras espera que se concrete su encuentro con el presidente. En Concepción, Temuco, Valdivia, Chiloé, el creador de la agencia Gamma, y luego integrante de la prestigiosa Magnum, se detiene en los rostros campesinos, los mira a los ojos y dispara su cámara. ?Por mis orígenes rurales?, señala hoy el fotógrafo, la reforma agraria me parecía más interesante para tratar que las minas instaladas en el norte del país. Recorrimos los alrededores de Valdivia y Temuco, y rápidamente pudimos reunirnos con campesinos mapuches a los que se les habían atribuido tierras. Yo ya había visto a mi padre trabajar con bueyes, pero era demasiado joven para tomar fotos. Luego bajamos hasta la isla de Chiloé. Veía a la gente con sus trajes, llevando sus pequeños sombreros negros. En algo se parecían a mi familia, sobre todo a mis abuelos, y era como si finalmente hubiera hecho un viaje en el tiempo. Había por fin encontrado mi distancia. Chile 1971 muestra la épica del triunfo. Una gesta colectiva que ocupa campos y plazas con alegría, pero a la vez desconcierto; con esperanza, y también con algo parecido al temor. Los hombres y mujeres que retrata Depardon no están tristes, aunque lo parezcan. Lo que me saltó enseguida a los ojos revisando las imágenes hoy son las caras de un mundo en vías de desaparición, que me conmovieron en su época y aún me conmueven.
"Lo compré como regalo en base al nombre de Depardon. Asi que me es imposible contestar"