El legado más importante de la Revolución liberal, la construcción de un Estado constitucional y parlamentario, encontró en el País Vasco una férrea oposición a sus dos principales manifestaciones, la centralización administrativa y la uniformización jurídica, porque implicaban la desaparición de los códigos particulares de este territorio, los fueros, y del sistema político por ellos arbitrado. Los fueristas vascos, firmes en su propósito de conservar un régimen foral que había proporcionado al país bienestar durante siglos, lucharon por conservarlo. El estudio de este proceso, así como otros aspectos políticos y sociales del desarrollo de la Revolución liberal en el País Vasco, se abordan en este libro, el cual analiza un período determinante de la historia del país en el que se configuran las bases sobre las que va a discurrir la contemporaneidad vasca.