Me llamo Rosa y soy una osa de anteojos que vive en los bosques húmedos de Sudamérica. A pesar de mi tamaño, soy buena corredora y escaladora. Con los otros osos caminamos todos los días y por eso se adhieren las semillas y el polen a nuestro cuerpo. Eso hace que los llevemos de un lado a otro y así crecen nuevas plantas, y se polinizan las flores para mantener vivos los bosques.