Formato:14x22 cmsUn siglo después de su creación, el psicoanálisis nos presenta una paradoja. Reconocido casi inmediatamente como una clave para la emancipación humana, desempeñó un papel central en el modernismo de la década de los años veinte, en los estados de bienestar británico y estadounidense de los cuarenta y cincuenta, en las agitaciones radicales de los sesenta, y en los movimientos feminista y de liberación gay de los setenta. Sin embargo, simultáneamente se convirtió en una fuente de prejuicios antipolíticos, antifeministas y homófobos, en una profesión degradada, en una «pseudociencia» cuya supervivencia está ahora en tela de juicio.Índice de ilustracionesAgradecimientosIntroducción: El ambiguo legado del psicoanálisisPRIMERA PARTEORÍGENES CARISMÁTICOS: EL DESMORONAMIENTO DEL SISTEMA FAMILIAR VICTORIANOI. EL INCONSCIENTE PERSONALII. GÉNERO, SEXUALIDAD Y VIDA PERSONALIII. ABSORCIÓN Y MARGINALIDADIV. EL NACIMIENTO DEL EGOSEGUNDA PARTEFORDISMO, FREUDIANISMO Y LA TRIPLE PROMESA DE LA MODERNIDADV.LA GRAN GUERRA Y LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUEVI. FORDISMO, FREUDIANISMO Y MODERNIDADVII. AUTONOMÍA Y RESISTENCIAVIII. EL GIRO HACIA LA MADREXIX. EL FASCISMO Y LA DESTRUCCIÓN DEL PSICOANÁLISIS EUROPEO CLÁSICOTERCERA PARTEDE LA PSICOLOGÍA DE LA AUTORIDAD A LA POLÍTICA DE LA IDENTIDADX. LA RELACIÓN MADRE NIÑO Y EL ESTADO DE BIENESTAR EN LA POSGUERRAXI. CARISMA O RACIONALIZACIÓN? EL PSICOANÁLISIS EN ESTADOS UNIDOS DURANTE LA GUERRA FRÍAXII. LOS AÑOS SESENTA, EL POSFORDISMO Y LA CULTURA DEL NARCISISMOEpílogo: El psicoanálisis en nuestros díasÍndice onomástico
"Se trata de un libro apasionante en la mejor tradición de la Escuela de Frankfurt. La historización del psicoanálisis desde la perspectiva social resultaba indispensable para una disciplina que se ha quedado secuestrada en el fenómeno clínico. Zaretsky integra el descubrimiento freudiano y su desarrollo a lo largo del siglo xx en una narrativa única que permite vincular la teoría a la vida social. Un espléndido dispositivo para evitar la compulsión a la repetición a través de la reflexión en el presente del quehacer psicoanalítico y en en su futuro posible. El hecho de que esté casi enteramente circunscrito a Viena, Londres y los Estados Unidos no impide pensar en las condiciones en que el psicoanálisis vive en otras partes del mundo."