No hace falta medir un metro ochenta para tener un cuerpazo, ni una mandíbula cuadrada para resultar magnético. Ni unos enormes ojos azules para romper corazones. Sin embargo, no debes olvidar que eres una persona única y que tienes sólo un cuerpo para toda la vida. Tu imagen puede mejorar con tu esfuerzo y lograrlo es un reto fantástico que ayuda a obtener seguridad, máxime cuando se acompaña de una sonrisa.Capítulo 1. ¡Por los pelos!Capítulo 2. Un enemigo llamado acnéCapítulo 3. Sonrisas deslumbrantesCapítulo 4. Lo mejor de los desodorantesCapítulo 5. Sol solitoCapítulo 6. ¿Menos kilos?Capítulo 7. Agüita frescaCapítulo 8. Sin complejosCapítulo 9. Pelillos a la marCapítulo 10. El amor y el perfume