editado por la corporación proyecto esperanza, este libro pretende dar a conocer lo que es el síndrome post aborto y el efecto que produce en las madres que han interrumpido voluntariamente su embarazo. aprovechando su paso por chile, congresistas del frente parlamentario mundial por la vida asistieron al lanzamiento de la publicación, que podrá adquirirse en la librería de la vicaría para la familia y en el obispado de san bernardo.dejar un registro testimonial donde se aborde el dolor de las personas que se han sometido a un aborto era una de las metas de la corporación proyecto esperanza. luego de muchos meses de espera y trabajo, el libro ?señor, ¿dónde está mi hijo??, finalmente fue presentado por sus autores ante destacados invitados del ámbito político y religioso.para elizabeth bunster, una de las gestoras de la publicación, presentar este libro es un motivo de profunda alegría. ?ha sido un año de trabajo en la preparación de los diferentes artículos, y muchos meses de trabajo de acompañamiento pastoral a quienes en forma generosa accedieron a autorizar la publicación de sus testimonios, especialmente quienes quieren compartir su dolor y ahora también su esperanza?, explicó.el aborto y sus dos víctimasa través de los distintos relatos, se da a conocer el gran daño que provoca el aborto en las mujeres y su entorno familiar, pues la interrupción del embarazo no sólo causa la muerte del niño por nacer, sino que también daña a su madre, siendo ella la segunda víctima del aborto. ?este libro quiere crear conciencia del sufrimiento oculto que llevan muchas personas. cuando se promueve el aborto, no se dimensiona el real daño que causa en la mujer, en el varón y en toda la familia?, agregó bunster.con este trabajo testimonial, los miembros de proyecto esperanza esperan que nuestra sociedad tome conciencia del inmenso valor de la vida humana, en todas sus etapas, asumiendo la responsabilidad de entregar alternativas dignas a todas las mujeres que se enfrentan a un embarazo inesperado, teniendo claridad que el aborto nunca es solución y siempre daña.editorial: obispado san bernardo