Tras dos desengaños amorosos seguidos, Mario decide embarcarse solo en un viaje a Cuba que había planeado con su novia. Allí conocerá a Sherlock, un extravagante joven con unas cualidades poco habituales al que poco a poco se irá acercando y cuyos métodos empezará a entender tras contemplar como resuelve las mas variadas situaciones.