Nacido en 1803 y muerto setenta años más tarde, Fiodor I. Tiútchev manifestó desde pequeño interés por las letras y cursó estudios de filología. Ingresó muy pronto en cl servicio diplomático, residiendo primero en Alemania y en Turín, y desde 1844 en San Petersburgo, donde brilló entre la alta sociedad como conversador y hombre de acerado ingenio. Se caso dos veces y vivió en la cincuentena un amor tormentoso y apasionado con una joven, amiga de sus hijas, amor que constituyó una fuente inagotable de sufrimiento y terminó con la muerte de la amada en 1864. Como poeta lo dio a conocer Pushkin en 1836, publicando algunas de sus primeras poesías en la revista El Contemporáneo. Un elogioso artículo de Niekrasov en 1850, y la publicación de una amplia selección de sus versos en 1854 a instancias de Turguieniev, que los recogió posteriormente en un libro que él mismo prologó, le dieron el espaldarazo definitivo. A partir de entonces, y pese a lo breve de su obra, se le considera, después de Pushkin y de Liérmontov, como el mayor poeta de la vieja Rusia. Esta Antología lírica presenta en España por primera vez a este gran poeta ruso en una selección esencial, realizada y esmeradamente traducida por Eduardo Alonso Luengo, diplomático también, y autor de dos excelentes traducciones en esta misma colección, las de la Antología lírica y El jinete de bronce de Alexander Pushkin.
"Una versión antigua, pero de muy buena calidad"