La localización óptima o, al menos, lo más adecuada posible, de las actividades humanas sobre el territorio, atendiendo a principios socialmente deseables como los de eficiencia, equidad, calidad de vida, sostenibilidad, etc., es una cuestión de notables implicaciones económicas, sociales y ambientales, por lo que ha de ser contemplada en las tareas de planificación y gestión, tanto pública como privada. Para ayudar a una toma de decisiones óptimas sobre localización se plantea una metodología