Había ayudado a salir del arroyo a numerosas prostitutas así que no fue extraño que la policía acudiera al psicólogo Joseph O´Loughlin para pedirle asesoramiento en su ultimo caso: el asesinato de una mujer sin identificar supuestamente una prostituta. Lo inexplicable vendrá después cuando de pronto el respetado profesional se convierte en el principal sospechoso del cruento homicidio.