Una y otra vez, los despiadados saqueadores conocidos como Nihil hanintentado acabar con la era dorada de la Alta Rep£blica y de la manera m s feroz posible. Una y otra vez, la Alta Rep£blica ha salidomaltrecha y extenuada, pero siempre victoriosa gracias a susprotectores Jedi. Y no hay monumento m s grandioso a su causa que elFaro Starlight.Flotando como una joya en el Borde Exterior, el Faro encarna las m saltas aspiraciones de la Alta Rep£blica: un n£cleo de cultura yconocimiento, una antorcha luminosa ante la oscuridad de lodesconocido, una mano cordial extendida hacia los confines m s remotos de la galaxia. Mientras supervivientes y refugiados huyen de losataques Nihil, el Faro y su tripulaci¢n se preparan para refugiar ycurar a los heridos.Los agradecidos Caballeros y padawans de la Orden Jedi all¡ destinados por fin se pueden recuperar del dolor de sus heridas y el pesar desus bajas. Tras la muerte de Loden Greatstorm, Bell Zettifar debetomar su testigo. Elzar Mann est reconstruyendo su conexi¢n con laluz, aunque su rabia hacia los Nihil y sus sentimientos hacia AvarKriss siguen en plena ebullici¢n. Los acompa¤antes de Elzar en suvuelta al Faro, la variopinta familia del Nav¡o, disfrutan estirandolas piernas en la mejor estaci¢n espacial de la galaxia conocida (losque tienen piernas, claro).Pero la tormenta que cre¡an superada sigue activa, solo se encuentranen su ojo. Marchion Ro, el verdadero cerebro de los Nihil, prepara suataque m s audaz, ideado para extinguir la luz de los Jedi.EN ESTA APASIONANTE SECUELA DE STAR WARS: TORMENTA CRECIENTE, LA LUZDE LOS JEDI AFRONTA SU MOMENTO MÁS OSCURO
"Buenísimo"