Sujeto Escondido en la Realidad Virtual, el

Sahovaler De Litvinoff, Diana · Letra Viva

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Reseña del libro

La época en la que Freud intentó comprender el discurso neurótico; particularmente el histérico; tenía características muy distintas de la actual. La sexualidad; antes oculta y sofocada; ahora se muestra desafiando nuestra capacidad de encontrar las nuevas formas en que se esconde la represión. Se promueve al deseo bajo la forma de un mandato a gozar lo más posible; y para eso la cultura estará pronta a procurar los objetos; que coincide con una sobreoferta a través de los medios de comunicación o de Internet. Los avances tecnológicos y científicos potencian la ilusión de que 'todo lo que se desea es posible'. Y mientras un malestar invita a explorar nuevos caminos; otro expresa el miedo a la falta de freno; dando lugar a la respuesta fóbica. El objeto está ahora al alcance de la mano pero al precio de un eclipse del sujeto. Se reprocha habitualmente al sujeto el esconderse tras el objeto y recusar vínculos directos; cuando lo que sucede es que se ve impulsado a ello como defensa frente a la orden de transgredir fronteras que amenaza su integridad psíquica. Se esconde entonces tras el objeto; se asimila a él: un personaje que representa; un semblante que adopta; una identidad virtual desplegada en el ciberespacio; la identificación con protagonistas de la pantalla que brillan en la fama. Aquí es donde comienza este libro; situando a 'El sujeto escondido en la realidad virtual'. Diana Sahovaler de Litvinoff realiza un minucioso análisis acerca del modo en que a través de la realidad virtual estos ideales encuentran un modo de ver la luz sin peligro. Las pantallas contrarrestan el vacío: allí siempre hay algo para ver; hay algo que pasa; alguien que está. Y lo que sucede es luminoso; colorido; los íconos conocidos crean una sensación de familiaridad; de acompañamiento; de identidad. El hombre busca convertirse en un objeto estético; perfecto; contemplarlo y contemplarse en el espejo; en los blogs; en los face-books o en las filmaciones que sube a Internet; donde su vida puede ser un espectáculo para que otros lo miren. Y aspira ofrecer esa perfección al otro.La singularidad puesta en juego en las relaciones virtuales se caracteriza por el ocultamiento facilitado por los elementos técnicos y por la comunicación a distancia. Sin embargo la subjetividad escondida pulsa e impulsa; y termina por aparecer un sujeto que reclama voz propia y reconocimiento; a través de un medio que al mismo tiempo permite desplegar fantasmas; poblarse de nuevas significaciones y recuperar el erotismo y el lazo social.

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