®Noble como Maquiavelo, sacerdote como Gondi, secularizado comoFouch, ingenioso como Voltaire y cojo como el diablo¯. V¡ctor Hugo,sobre TalleyrandPersonalidad enigm tica yfascinante, con una formaci¢n eclesi stica que lo lanz¢ a las alturasde la Iglesia francesa, cuando tuvo la ocasi¢n no tard¢ en trabaramistad con un joven Bonaparte, en el cual crey¢ ver el ejecutor desus ideas y deseos para Francia: poner fin a la Revoluci¢n, reforzarel Estado, recrear una monarqu¡a, y reconstruir el pa¡s y su econom¡aen el marco de una Europa pacificada. Sin embargo, su alumno result¢m s d¡scolo de lo que imaginaba. Talleyrand, cuyaingente fortuna personal sab¡a muy ligada a la suerte del que hab¡apasado a ser Emperador de los franceses, trat¢ de pararle los pieshasta que las invasiones de Espa¤a y Rusia acabaron con su relaci¢n.Su figura ha sido objeto de enconados enfrentamientos: las derechas lo odiaban por ®traidor¯ a la Iglesia, a un emperador y a tres reyes, ylas izquierdas lo ve¡an como un f¢sil de la aristocracia y unplut¢crata. Amigo de la broma y la mixtificaci¢n, vivi¢ ®ocult ndose¯como algunos fil¢sofos antiguos, y ello se nota en sus memorias. Enellas, soberbiamente escritas, miente poco, pero calla mucho. Roca-Ferrer arroja nueva luz sobre la vida del viejoarist¢crata, que entendi¢ como nadie los conflictos de su poca. Sedio cuenta de que la irrupci¢n del pueblo en el gran teatro del mundoiba a cambiar la historia, e hizo entrar en ella principios como losde la soberan¡a del pueblo, la legitimidad, la no intervenci¢n o laneutralidad.
"Sublime!"