Dolencias tan comunes como las jaquecas, celulitis, edemas, hematomas, ciertos deterioros de la piel, nerviosismo, incluso muchas facetas del tan generalizado estrés, se deben a una lenta, alterada o deficiente "circulación linfática", distinta de la sanguínea pero altamente eficaz, aunque por otros motivos. Si el Sistema L intáfico es ignorado en sus funciones o desatendido en sus mecanismos no nos extrañe q