Las pruebas de software son un elemento fundamental para garantizar la calidad de los sistemas que se construyen. Sin embargo, es frecuente que tanto los gestores como los desarrolladores, presionados por los plazos de entrega, no las ejecuten con la suficiente profundidad y no se detecten errores que, a la hora de pasar el sistema a producción, evidencien problemas con los usuarios.En la literatura técnica