En la voz de un investigador privado nos describe el drama de un joven que trata de averiguar por el paradero de su padre, condenado a muerte por la mafia, luego de haber servido como jefe de finanzas y creador de nuevas rutas para el envió de co-caína a Europa y los Estados Unidos. Al perder dos envíos millonarios, siente que ha perdido toda la confianza de los capos, y ante el eminente peligro que se cierne sobre su existencia decide colaborar con la justicia, que lo acoge como testigo de valía y le brinda una inmensa protección. Entre una nube de escoltas, chalecos antibalas y carros blindados es confinado en el llamado Bunker de la Fiscalía. Va pasando el tiempo y nadie sabe de él; se presume que la DEA lo sacó del país con una nueva identificación, aunque otros aseguran que sicarios infiltrados lo asesinaron y el esgobierno ha estado callando el crimen. Su hijo decide mover cielo y tierra para conocer la suerte de su padre y contrata los servicios de un investigador privado que cuenta con la ayuda de un sicario profesional, conocedor del grupo de narcos que había tenido amistad con don Bernardo dentro de la organización del narcotráfico. El desenlace es inesperado y nos trae grandes intrigas y sorpresas en las que usted, señor lector, va a ser partícipe de la trama.