Recuperada la peculiar química creativa del binomio Jagger-Richards, los Rolling Stones despidieron los ochenta con un contundente regreso a sus raíces: Steel Wheels, seguido de una gira descomunal que reafirmó su condición de reyes del rock. Acababan de cumplir un cuarto de siglo sobre los escenarios y parecían decirnos que permanecerían otro cuarto más. Ya poco les falta. Manteniendo un efectivo equilibrio entre la innovación musical y un sólido anclaje rítmico, los Rolling Stones han sabido conquistar a las nuevas generaciones sin perder el atractivo para sus seguidores más fieles. En los textos aquí presentados, combinan el descaro y la transgresión que les ha caracterizado con la retrospección y el sentido crítico propios de la madurez.