Tokio, la ciudad que nunca duerme, es una megalópolis que alberga lo mejor y lo peor del género humano. Los actos de amabilidad desinteresada conviven con los más atroces que puede cometer el ser humano, y para alguien como subaru, que ha jurado ayudar a los demás es un lugar que le puede partir el corazón Pero sin que se dé cuenta, durante un año alguien velará por él... aunque por misteriosos motivos.