Judith es una chica impetuosa, arrolladora y atractiva que ha caído en una familia muy tradicional y fiel, practicante del catolicismo, algo que siempre le hizo sentirse fuera de lugar desde pequeña. A los dieciséis años llega a su vida el primer amor, un chico llamado Manu, quien le hizo sentir las primeras mariposas en el estómago, y quien convirtió su primera experiencia sexual en un mal recuerdo para toda su vida. Consiguió salir de aquella relación tóxica, pero quedó marcada en su piel la manipulación, la posesión y la obsesión, como veremos en sus siguientes experiencias. Ella es catequista en la parroquia de su pueblo. Un fin de semana se va con sus compañeros de escapada, y allí es donde ocurre todo, allí es donde arranca la verdadera historia de Judith. Allí es donde encuentra el amor de su vida, sin saber que también será su peor dolor; Manuel, el nuevo sacerdote de su parroquia. A partir de aquel momento, su vida se convierte en una montaña rusa de emociones que gira en torno al sexo, la obsesión y la lucha interna constante que Judith lleva por el miedo a perder a su amor. Una relación tan intensa que supera los límites de la cordura y del amor propio, y que acabará siendo un secreto a voces entre las calles de San Fernando.