Este Tratado es una fuente histórica que permitirá conocer más a san Carlos Borromeo desde su labor pastoral en la aquidiócesis milanesa y la importante repercusión que tuvo en toda la Iglesia. Asimismo, es un documento que permite ahondar en la historia de la mentalidad religiosa, determinada por los grandes eventos que sacudieron la sociedad de ese entonces y moldeada por los decretos del Concilio de Trento que abrieron una nueva época en la vida de la Iglesia y de los pueblos que alcanzaron.