Esta triste y hermosa historia vivida por una emigrante, expresa los momentos intensos que tuvo que pasar al recorrer ocho países de América con el objetivo de llegar al sueño americano. Fueron 41 días, 984 horas, 59.040 minutos vividos con alta intensidad. Esta joven, en unión de su pequeña hija de apenas 3 años, su esposo, su cuñado y tres familiares de este último, corrieron la dura aventura. Tal parecía una película por la que estaban pasando. Es la historia de un emigrante de origen cubana, una más de los miles que han recorrido por tierra, mares, ríos y aires, caminos difíciles para lograr sus sueños. Se trata de supervivencia, valentía, diversidad, odio, desesperación, arrepentimiento y perseverancia. Estos personajes se han dado de cuenta que la vida es una sola y se han arriesgado a través de la historia. En 41 días conoció mucha gente (malas, buenas, regulares), sufrió asaltos, abuso de poder de uno de los gobiernos de un país, persecución y hasta enfermedad. Llegó a pensar que su familia se destruía y separaba, pero, al final, lo que no la mató la hizo más fuerte y unida. En la trayectoria se enfrentó a personas que no lograron su objetivo de llegar al final o murieron en la causa.