Las relaciones entre España y las nuevas naciones americanas surgidas de los procesos de independencia no se interrumpieron tras la separación formal entre los territorios de la antigua Monarquía. Fueron muchas las conexiones que se mantuvieron vivas en el terreno cultural, económico, político y social, gracias, en gran par te, a las redes de amistad, parentesco y alianza que tejían un Atlántico hispano. Lo