Siempre se cumple: “Cometa en el cielo, emoción en la Tierra”. Y en efecto, no hay observación astronómica que más atención atraiga, que la aparición de un cometa en el firmamento estrellado. Kepler, en esta obra, trata de cuatro cometas observados directamente por él: el de 1607 (hoy llamado cometa de Halley) y otros tres que pudieron verse en 1618, al último de los cuales hace referencia el dibujo, contemporáneo de su aparición, que figura en la portada del libro. En su estudio, Kepler recorre todos los aspectos esenciales de los cometas: “Astronómicos, sobre sus movimientos, aspecto, o altura; Físicos, que contienen la Fisiología nueva de los cometas; y Astrológicos, que dilucidan las significaciones de esos cometas concretos”. Y nos ofrece su propia cosmovisión. La publicación original del libro tuvo lugar en Augsburgo (Alemania), escrito en latín, a finales de 1619. Después de cuatro siglos, se traduce por primera vez al español gracias al excelente trabajo del Dr. D. Vidal González Sánchez, siendo por fin accesible a más 480 millones de hispanohablantes en todo el mundo.