Si bien la muerte puede ser vista como el cierre de un capí tulo, tambié n abre la puerta a la eternidad de las memorias y las enseñ anzas que dejamos atrá s. En nuestras acciones y conexiones, en nuestras risas y lá grimas, en nuestras luchas y triunfos, tejemos un tapiz ú nico en el vasto lienzo del tiempo. Es un recordatorio de que nuestra influencia puede perdurar mucho despué s de que hayamos partido, extendié ndose a travé s de las vidas que tocamos y las historias que compartimos.