Este libro describe, mes a mes, las delicias y frustraciones que el autor y su esposa experimentaron durante su primer año de estancia en la remota comarca de Lubéron, mientras acondicionaban una casa de campo de doscientos años de antigüedad. El autor logra comunicarnos todos los placeres terrenales de la vida provenzal y permite que nos emocionemos con su ritmo. Este libro hará sonreír abiertamente a aquellos que conocen el país y, desde luego, preparará a aquellos que no lo conocen para disfrutar de él. Peter Mayle nos cuenta cómo son los habitantes de la Provenza hasta conseguir que nos parezcan tan fabulosamente exóticos como los Swahili o los Navajo. Félix de Azúa. EL PAÍSLos provenzales, bajo la lupa del curioso y regocijado cronista británico, adquieren perfiles de criaturas fantásticas. Si la Provenza, como reconoce Mayle, es una conmoción para un nórdico, Un año en Provenza debe ser una conmoción para quien pasa la mayor parte del año zarandeando por el crispado bullicio de las grandes urbes. Emilio Manzano. LA VANGUARDIA