El día que el oficinista J.J. descubre que hay un cocodrilo bajo su cama, comprende que tiene un grave problema, sobre todo, cuando se da cuenta de que él es el único que lo ve. Sin embargo, el médico le diagnostica cocodrilitis como si fuera lo más normal del mundo y le receta unas pastillas. A pesar del tratamiento, J.J. se encuentra cada vez peor: tiene que dejar de trabajar y se encierra en su cuarto. Pero un día, una compañera de trabajo va a visitarle, le confiesa que ella también pasa temporadas ‘‘con su cocodrilo’‘ y le ofrece su compañía y su cariño para superarlo juntos.