Una familia de clase media simpatizante y defensora de la república está inmersa en la contienda para defender el orden establecido. Agobiada por los acontecimientos adversos de la guerra civil española, toma la penosa decisión de exiliar a sus dos hijos. En un principio fueron alojados en una colonia situada en la Isla de Oleron, Francia; para terminar en un pueblo costero de Bélgica, siendo adoptados por dos familias de allí; en este lugar les sorprende, de lleno, la segunda guerra mundial. Daniel, el mayor, un niño de diez años, es capturado por los nazis y conducido al campo de concentración de Dachau e Inés, su hermana, es repatriada por la Cruz Roja a España. Se describe la pesadilla vivida en el campo de concentración de Dachau; dejando vislumbrar que a pesar de las condiciones de privación de libertad, nuestro pensamiento siempre será libre. Y la posterior unificación de parte de la familia con sus correspondientes episodios relatados por Daniel quien tiene que buscar a su hermana una vez terminada la segunda guerra mundial. Posteriormente, obligados por las circunstancias surgidas en España, tienen que regresar, de nuevo, a Bélgica donde comienzan una nueva vida. Una emancipación necesaria no solo de los pueblos sino también de una juventud apremiada. Recordando, como no, lo efímero de la existencia.