Después de ayudar a Watanuki a liberarse de una telaraña, Doumeki es presa de una maldición que le arrebata la vista de uno de sus ojos. Watanuki se siente culpable, y le pide ayuda a Yuuko. Pero para que ella cumpla su deseo, deberá pagar un precio muy alto.
"Llegó en buenas condiciones, aunque me hubiera gustado qué lo envolvieran en las burbujas de plástico para mayor seguridad."