A través de un ensamble de textos narrativos unos y poéticos otros Moramay Micalco nos lleva de la mano para descubrir diversas facetas de Yax. Con ello nos introduce en el mundo de la episteme maya que considera la unidad de todas las cosas con su creador como principio de vida expresadas en dos colores verde y azul que son nombrados como uno solo, en maya Yax. "Ellas me descubrieron en el verde de las montañas y en el azul del cielo, no pudieron encontrar división en otros colores. En clave verdeazul azulverde me miraron, me escucharon, me comprendieron. Me nombraron Yax". La autora da vida a Yax a través de versos y narrativas de manera tal que su voz nos introduce en un espacio tiempo en el que se dibuja la conexión entre las cosas y los seres humanos. Con ello nos abre la puerta a un lugar simbólico que nos sugiere la importancia de reconocer nuestros orígenes ancestrales mesoamericanos.