Reseña del libro "Arte antiestrés: 100 láminas vintage para colorear"
Colorear es una actividad que implica serenidad y concentración: nos sentamos tranquilamente, observamos detenidamente las ilustraciones, meditamos sobre la distribución de los colores, enfocamos nuestra atención en la armonía de la imagen y en el movimiento de la mano# A medida que trazamos, vamos tranquilizando la mente y respirando con más calma. De este modo relajamos cuerpo y mente, mejoramos nuestra coordinación y potenciamos la precisión, la disciplina, el orden y la paciencia. Si bien nos ofrece un retorno a la despreocupación de la infancia, colorear no es una actividad reservada exclusivamente a los niños. Es una actividad terapéutica, espontánea y sin exigencias. No hace falta ser buen dibujante para disfrutar del acto de colorear. Además, requiere muy poca inversión económica, solo unos lápices de color y unas láminas con las que dejar libre curso a tu creatividad e imaginación. Y puedes dedicarle el tiempo que quieras, donde y cuando quieras, ya sea en casa por la noche, en una pausa en el trabajo, en una sala de espera o durante un viaje en tren. Se puede colorear en solitario o en grupo, con amigos o en familia. Y si se te antoja, puedes exponer, compartir, intercambiar e incluso regalar las obras. Colorear es una actividad que se adapta a la personalidad y al estado de ánimo de cada uno. Algunos prefieren acabar cada página antes de pasar a la siguiente; otros irán de una ilustración a otra, y volverán atrás para completar las páginas que les falten cuando les apetezca. No hay reglas. Estamos cada vez más abrumados por el día a día, solicitados constantemente por tareas profesionales y personales que debemos realizar inmediatamente, por redes sociales, por móviles, por i nternet... Colorear nos brinda un momento especial de desconexión y de relajación donde recobrar la tranquilidad y la armonía perdidas, mientras disfrutamos del placer de crear.
