Reseña del libro "Cartas a mis Amigos"
Estas Cartas a mis amigos, sobre la crisis social y personal en el momento actual fueron
escritas por Silo entre los años 1991 y 1993. Tienen la forma literaria de comentarios epistola-
res y describen las convulsiones económicas, políticas y sociales que enfrenta el mundo, así
como sus consecuencias en nuestra vida personal. Hoy, casi 30 años después, esa crisis social
y personal ya se manifiesta en toda su magnitud.
El autor nos anticipa en esta obra, con bastante precisión, los indicadores de esta crisis, nos
alerta sobre su destructivo devenir y propone respuestas a dar para superarla, cambiando el
curso catastrófico de los acontecimientos.
En la Séptima Carta, que habla sobre la revolución humanista, caracteriza el momento en
que se está: “...En este sistema que comienza a ser mundialmente cerrado, y no existiendo una
clara dirección de cambio, todo queda a expensas de la simple acumulación de capital y poder. El
resultado es que en un sistema cerrado no puede esperarse otra cosa que la mecánica del
desorden general. La paradoja de sistema nos informa que al pretender ordenar el desorden
creciente se habrá de acelerar el desorden. No hay otra salida que revolucionar el sistema,
abriéndolo a la diversidad de las necesidades y aspiraciones humanas. Planteadas las cosas en
esos términos, el tema de la revolución adquiere una grandeza inusitada y una proyección que
no pudo tener en épocas anteriores.”
El 14 de mayo de 1994, con ocasión de la conferencia que Silo diera en Santiago para
presentar la primera edición chilena de su libro, en uno de los párrafos finales de su interven-
ción presentó las opciones frente a las cuales habría que decidir: “...Si lo que se plantea en las
Cartas en base al modelo explicado es del todo incorrecto, no tenemos por qué preocuparnos. Si,
en cambio, el proceso mecánico de las estructuras históricas lleva la dirección comentada es hora
de preguntarse cómo el ser humano puede cambiar la dirección de los acontecimientos. A su vez,
¿quiénes podrían producir ese formidable cambio de dirección sino los pueblos que son, precisa-
mente, el sujeto de la historia? ¿Habremos llegado a un estado de madurez suficiente para
comprender que a partir de ahora no habrá progreso sino es de todos y para todos? Esta es la
segunda hipótesis que se explora en las Cartas.”