Reseña del libro "El general bonito: ambición y poder (en spa)"
Las vidas de la joven reina Isabel II y el condecorado general Serrano con€+uyeron cuando, a los quince años de la soberana niña y los treinta y cinco del avezado militar ministro de Guerra, se hicieron amantes. Ella le regaló los oÃdos con el apelativo de general bonito, y él la transportó a un paraÃso de imborrables sensaciones. A los dos años de apasionada relación, y ya casada la monarca, fueron obligados a enterrar su frenética carrera amorosa ante el escándalo ocasionado en la corte, las protestas del rey consorte y la negativa repercusión de esa actitud en las cancillerÃas de las naciones extranjeras.La obligada separación los condujo a caminos emocionales divergentes. Mientras la reina sofocaba su furor con un elenco de amantes, el gene-ral, casado con su prima Antoñita, iniciaba un periplo de ascensos para culminar su ambición de poder: capitán general de Granada, embajador en ParÃs, capitán general y virrey en Cuba. En el terreno polÃtico, fue derivando de su monarquismo primigenio hacia Unión Liberal, para terminar siendo republicano.En tanto la reina, dado su carácter arbitrario e impulsivo, desordenado y caótico, se dejaba abrazar y tener hijos entre sus múltiples amantes, Serrano llegó a presidir el Consejo de gobierno, actuar como regente y ser el último presidente de la I República.Ambos debieron hacer frente a sus violentas frustraciones.