Este libro de James M. Lang es un recurso esencial para educadores en busca de una enseñanza efectiva respaldada por la ciencia. Ofrece una perspectiva optimista basada en investigaciones recientes en ciencias cognitivas y educación. El libro destaca que pequeños ajustes en las prácticas pedagógicas pueden tener un gran impacto en el aprendizaje de los estudiantes.