Hitler mi Padre - Antonio Gonzalez Rivera Y Rio

Cuando el Ejército Rojo está a punto de conquistar Berlín, a finales de la Segunda Guerra Mundial, en el cuartel general de Hitler se Fragua el más arriesgado de los planes: la huida de Hitler y su esposa Eva Braun; pero más aún, de su mayor secreto: le existencia de sus dos hijos. En esta estremecedora novela, un hombre se atreve e contar su historia: la de cómo descubrió que es ... Ver más Ocultar Cuando el Ejército Rojo está a punto de conquistar Berlín, a finales de la Segunda Guerra Mundial, en el cuartel general de Hitler se Fragua el más arriesgado de los planes: la huida de Hitler y su esposa Eva Braun; pero más aún, de su mayor secreto: le existencia de sus dos hijos. En esta estremecedora novela, un hombre se atreve e contar su historia: la de cómo descubrió que es el hijo del hombre más temido y más odiado del siglo XX. 25 de noviembre de 1948. Heinrich: Querido hermano, la salud de Adolf ha empeorado, el viaje a Chile no le sentó nada bien. Los enemigos nos persiguen de cerca y yo temo que nuestros protectores nos traicionen, estamos en sus manos. Ahora, a pesar de lo mucho que extraño a mis hijos, sé que hicimos bien dejándolos en México. Al menos les ahorramos esta angustia. Imagino lo difícil que es ahora hacernos llegar noticias; aun así, espero que puedas mandarme fotos. Eva Cuando el Ejército Rojo está a punto de conquistar Berlín, a finales de la Segunda Guerra Mundial, en el cuartel general de Hitler se Fragua el más arriesgado de los planes: la huida de Hitler y su esposa Eva Braun; pero más aún, de su mayor secreto: le existencia de sus dos hijos. En esta estremecedora novela, un hombre se atreve e contar su historia: la de cómo descubrió que es el hijo del hombre más temido y más odiado del siglo XX. 25 de noviembre de 1948. Heinrich: Querido hermano, la salud de Adolf ha empeorado, el viaje a Chile no le sentó nada bien. Los enemigos nos persiguen de cerca y yo temo que nuestros protectores nos traicionen, estamos en sus manos. Ahora, a pesar de lo mucho que extraño a mis hijos, sé que hicimos bien dejándolos en México. Al menos les ahorramos esta angustia. Imagino lo difícil que es ahora hacernos llegar noticias; aun así, espero que puedas mandarme fotos. Eva