Reseña del libro "In Girum Imus Nocte Et Consumimur Igni"
El 1 de enero de 1977, Guy Debord firmó con la sociedad Simar Films un contrato para la realización de un largometraje de 35 mm en blanco y negro, de noventa minutos de duración. De entrada se estipuló lo siguiente: 'Se entiende que el autor cumplirá su trabajo con toda libertad, sin control de nadie, y sin tener en cuenta observación alguna acerca del contenido ni de la forma cinematográfica que le parezca conveniente dar a su película.' El título mismo de la película no se reveló hasta que estuvo realizada. Así procedía Guy Debord, siguiendo siempre 'un principio poco favorable por naturaleza a la especulación financiera', y sus productores no se quejaron.Los media, por su parte, rezongaron, en nombre de un público maltratado de otra forma. Basura y escombros vertidos a la salida de la película 'In girum imus nocte et consumimur igni', que apareció en 1982, sin ningún comentario (y que reproducimos aumentado en dos artículos), levantó acta de las diversas reacciones de la prensa, que fueron poco variadas. En 1990, frente al muro de incomprensión más o menos fingida y a las interpretaciones erróneas, Guy Debord juzgó útil publicar una edición crítica del texto de su película. Es este texto el que damos aquí a releer. Una nota inédita, fechada del 22 de diciembre de 1977, que deja ver como nadie más lo hizo ni pudo hacerlo las imágenes, la poesía y el sentido profundo que tejen la trama de una película cuyo tema gira en torno a la 'vida real'.
