La Mitología de la Guerra de Troya: La Historia y el Legado de las Leyendas Míticas en Torno a la Batalla por Troya
Reseña del libro "La Mitología de la Guerra de Troya: La Historia y el Legado de las Leyendas Míticas en Torno a la Batalla por Troya"
“Como las hojas de los árboles así es la raza del hombre, — Ahora con el verdor de la juventud, ahora marchitándose en el suelo; La siguiente primavera otra raza: A su turno caen, y a su turno surgen.” – La Ilíada Quizás los más famosos poemas épicos jamás escritos, la Ilíada y la Odisea han sido leídos por cerca de 3.000 años, haciendo de ambos, dos de los escritos más antiguos del mundo occidental. Los poemas hicieron fácilmente reconocibles a personajes como Páris, Helena, Odiseo, Aquiles, Héctor, y Áyax, y han influenciado a otros poetas antiguos como Virgilio, cuya Eneida claramente está modelada a partir de ellos. Los poemas épicos literalmente pusieron a Troya en el mapa, motivando a Heinrich Schliemann a buscar y finalmente a encontrar la ciudad de Troya en el siglo XIX. Escritas según se cree hacia el siglo VIII o VII AEC, la Ilíada y la Odisea sirvieron al entretenimiento y guía moral de toda clase a los antiguos griegos, y a la fundación de la literatura occidental. Aunque hay debates académicos acerca de la autoría de esta épica, por lo general se la atribuye a Homero. Dado que vivió hace casi 2800 años, no es mucho lo que en realidad se sabe de Homero; incluso su lugar de nacimiento es objeto de discusión, mas debido al dialecto griego en el que las obras que se le atribuyen fueron escritas, la creencia generalizada es que vivió en Jonia. El otro aspecto de la vida de Homero sobre la que casi todos concuerdan es que era un poeta ciego, posiblemente también un bardo. Esto hace surgir la pregunta de cómo escribió su poesía épica, pero los especialistas asumen que probablemente la dictó a un escriba, ya que el formato sugiere que están compuestas por varias formas mucho más breves de poesía oral. Incluso la gente que no sabe mucho de mitología griega antigua puede identificar a Aquiles, el Caballo de Troya, y a varios dioses que juegan un papel en la historia de la Guerra de Troya. La naturaleza sempiterna de la historia llevó a que muchas grandes personalidades proclamaran ser descendientes de algunos de los personajes contenidos en ella; por ejemplo, se dice que Alejandro Magno dormía cada noche, durante sus campañas, con una copia de la Ilíada, una descripción de la legendaria guerra que describe el epítome de la guerra pre-hoplita, y que todavía se enseña en las academias militares de todo el mundo. La historia completa, desde sus caprichosos comienzos a su catastrófico final, ha llegado a los lectores modernos a través de las fuentes que han sobrevivido, y combinadas, ofrecen una biopsia del antiguo mito griego y de muchos de sus más bellos elementos. A la mayoría de la gente se le podría perdonar el creer equivocadamente que la Ilíada abarca la historia completa de la Guerra de Troya, pero la Ilíada cuenta la historia de apenas cuatro días en el noveno año de la contienda. En muchos aspectos, la Ilíada es la historia de la “cólera de Aquiles,” y de hecho es el subtítulo de algunas ediciones, pero para tener una idea completa de lo que ocurrió en Troya entre los antiguos héroes Aquiles, Héctor, Menelao, y Páris, entre otros, los lectores deben acudir a fuentes (a menudo fragmentarias) que se extienden desde el siglo VIII AEC al período romano en el siglo I EC. De hecho, armar la historia es una de las intenciones de este poema épico. Otra intención de la Ilíada es destacar la naturaleza del relato como un trabajo de mitología no de historia. Aunque sin duda hay elementos históricos en el relato, así como también momentos que son como la semilla de la actividad cultual en la antigua Grecia, el énfasis está en los métodos narrativos que lo hacen mezcla perdurable e icónica de mito, leyenda y folclore. Ya que la Guerra de Troya incide en muchos de los antiguos mitos recogidos en la literatura y el teatro desde el Período Arcaico en adelante, siempre es importante comprender que la Guerra de Troya en sí es un eslabón en el pensamiento mitológico griego.
