Reseña del libro "Las Doce Estrellas de la Mujer del Cielo"
Cristianos de todos los tiempos —teólogos, artistas, escritores...— han intentado plasmar el bellísimo rostro de nuestra Mujer del cielo: La Virgen María.Esta obra es uno más de estos intentos. En los diez primeros capítulos se recogen los grandes privilegios teológicodogmáticos de nuestra Madre, reservándose siguiente a algunos de sus bellísimos rostros en los Pueblos de España (doce Patronazgos de nuestra geografía). El último capítulo es un recorrido por algunas de las grandes Patronas de Europa (cinco advocaciones desde Santa María la Mayor en Roma hasta Czestochowa en Polonia) y siete en Hispanoamérica desde México a Chile.Libro de impecable corte teológico y bellamente escrito, aúna en su desarrollo las necesarias derivaciones pastorales, que se ultiman en cada capítulo con unos muy provechosos resúmenes de interés catequético.LUIS MARTÍNEZ FERNÁNDEZ (San Pedro de Luna, León, 1929), doctor en Teología, ha impartido esta disciplina en la Rama de Historia de la Teología y su Método en dos Facultades. Durante 17 años ha sido Director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, donde en la actualidad sigue desempeñando el cargo de Teólogo Adjunto. Entre sus obras publicadas en la BAC destacan Diccionario del Catecismo de la Iglesia católica (1995), Los caminos de la Teología (1998) y La fe que busca entender. ¿Qué es la Teología? (2001).PRÓLOGO Y ESTÍMULO, por Mons. Antonio MonteroINTRODUCCIÓN1. Texto de simbología plural: la Nueva Jerusalén, la mujer-Iglesia, María2. María diseñada con amor por el Señor como su Madre3. Las 12 estrellas de María que trataremos de recordar aquíCAPÍTULO I. María, primicia de la victoria de su Hijo sobre el mal1. Razones que justifican esta primera «estrella» de María2. El «instinto de fe» del pueblo cristiano en esta verdad3. Razones justificativas del privilegio en el camino histórico hasta la definición4. Camino de docilidad al Espíritu, muchas veces al margen de los teólogos5. Factores que contribuyeron a la definición dogmática6. Fundamentos de la definición dogmática7. El Protoevangelio del Génesis y el texto del saludo angélico leídos a la luz de la Tradición de la Iglesia8. «La redimida del modo más sublime», anticipando el Hijo en ella la Pascua redentoraA modo de síntesisCAPÍTULO II. «El Verbo se hizo carne» en las entrañas virginales de María1. La predestinación eterna de María como Madre del Verbo en la base de todos sus Privilegios2. El camino hasta la proclamación del dogma: clarificación de la dimensión divino-humana de Jesús3. La única persona del Verbo se hizo hombre, siendo María, pues, la Madre de Dios4. Las dos naturalezas de Cristo definidas en Calcedonia5. La Escritura Santa fundamentando esta doctrinaA modo de síntesisCAPÍTULO III. «¡Feliz tú que has creído...!» (Lc 1, 45)1. Las dimensiones de la virtud de la fe2. La virtud teologal de la fe en la Escritura Santa3. El don que se saborea y la luz que ilumina4. La entrega del corazón, retornada como convicción5. Los «frutos» de la fe: seguridad, consuelo, alegría...6. La fe, gracia de Dios y acto del hombre7. El Padre Abrahán, paradigma de la fe en el Antiguo Testamento8. María, ejemplo viviente de fe en el Nuevo Testamento9. Algunas «pruebas» a la fe de MaríaA modo de síntesisCAPÍTULO IV. Nacidos en la cruz como hijos de María1. El escenario de «Testamento» de Jesús2. El misterio de fe de la «mujer» María, nuevamente en esta hora3. María, nuestra Madre, entregada desde la Cruz4. La maduración de esta doctrina en la Tradición5. La maternidad espiritual en el Magisterio pontificio6. La reflexión sobre el tema en el Concilio Vaticano II7. El amor de caridad de María para con sus hijos los hombresA modo de síntesisCAPÍTULO V. María, «siempre Virgen»1. Algunas interpretaciones con las que no podemos estar de acuerdo y algunas otras que conviene hacer notar2. La concepción virginal, caballo de batalla en los tiempos modernosA modo de síntesisCAPÍTULO VI. María, la «nueva Eva»1. El rostro ajado de la vieja mujer, rejuvenecido en la nueva Eva2. La «recapitulación» Adán-Cristo en Eva-María3. El «nuevo Adán» y la «Eva-Iglesia», interpuesta MaríaA modo de síntesisCAPÍTULO VII. María, camino hacia el mediador1. Previa aclaración de conceptos teológicos2. Cristo, mediante su humanidad, es el único Mediador3. Mediaciones hacia el Mediador: la Iglesia y María4. María asociada desde la eternidad a la obra de la salvaciónA modo de síntesisCAPÍTULO VIII. María, «auxilio de los cristianos»1. La actuación maternal mediando a favor de sus hijos2. Fundamentos -también prevenciones- sobre María, Madre de la Iglesia3. María, reflejo en la Iglesia de los fulgores del Hijo de DiosA modo de síntesisCAPÍTULO IX. María, resucitada y asunta a imagen de su Hijo1. La proclamación solemne de la asunción de María, culminación de una larga convicción del pueblo de Dios2. La Teología ahondando en la Tradición recibida respecto a la asunción3. Los pastores y unidos a ellos, el pueblo fiel, solicitan la definición dogmática4. El Papa solicita su parecer al episcopado de toda la Iglesia5. Matizaciones acerca de la solemne definición de la asunción6. Razones teológicas profundas que ayudan a su aceptación7. «Cumplido el curso de su vida mortal»: ¿La muerte de María?8. Matizaciones acerca de la «nueva escatología» en este temaA modo de síntesisCAPÍTULO X. María, la Reina de toda la creación1. Salvedades y clarificación de ciertas prevenciones tanto de acatólicos como de los mismos católicos2. El Magisterio, apoyado en la Escritura Santa, en la Tradición y en la Liturgia proclama el reinado de María sobre la entera creación3. Los testimonios de los Santos Padres desde el siglo V4. El Magisterio de los papas, especialmente en la época moderna5. La Reina de la creación y su pregón en San Lucas: el Magnificat6. La grandeza del Señor cantada por María7. La sabiduría de Dios vista con espíritu de fe por María8. «De ahora en adelante todos me llamarán feliz...»9. «Encumbra a los humildes y despide con manos vacías a los ricos»A modo de síntesisCAPÍTULO XI. María, icono de los mil rostros en EspañaI. Razones de esta riquezaII. Las razones invocadas por los que no creenIII. Algunos de sus hermosos rostros en España1. Ella alentó nuestra fe naciente: su rostro en El Pilar2. Desde ella volvió a nacer España: su rostro en Covadonga3. «Negra soy, pero graciosa...»: La «Moreneta» de Montserrat4. En las almenas del Magerit: su rostro en La Almudena5. En la senda del reencuentro con Santiago: Virgen del Camino6. Algunos de sus rostros en la tierra de María Santísima7. En la patria de los conquistadores: Virgen de Guadalupe8. En el camino de América: la Candelaria9. El rostro de María en las montañas vascas: Aránzazu y Begoña10. Madre de los desamparados: Valencia11. El rostro de María en La Rioja: Valvanera12. El rostro castellano de la Madre en algunos de sus títulos:A modo de síntesisCAPÍTULO XII. La belleza de su rostro en algunos santuarios de Europa y AméricaI. Algunas de las devociones marianas en Europa1. Santa María la Mayor como Salus populi romani2. La Inmaculada Concepción en Massabielle: Lourdes3. «Bajó de los Cielos a Cova de Iría»: la Virgen de Fátima4. María, protectora de Rusia desde el icono de Kazán5. La Virgen de Czestochova en la católica PoloniaII. España siembra en América sus devociones marianas1. De la Virgen de Guadalupe, patrona de México2. Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, de la isla de Cuba3. Nuestra Señora de Chiquinquirá, en las tierras colombianas4. Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela5. La patrona del altiplano en el Titicaca de Bolivia: Nuestra Señora de Copacabana6. Nuestra Señora de Luján en Argentina7. La Virgen del Carmen de Maipú, en las tierras chilenasA modo de síntesis
