La periodista Paola Guevara estaba en el trabajo cuando recibió un mensaje de texto de su madre: “Fernando Linces vive en Cali y quiere conocerte. Acabo de darle tu número. Te va a llamar”Habían pasado más de treinta años preguntándose quién era su verdadero padre y, de repente, ahí estaba la pantalla de su celular con la promesa de una respuesta. Durante un año se reunió con ese desconocido para revelarse mutuamente el pasado que pudieron compartir, hasta que su necesidad de una prueba de ADN dejó todo en suspenso.