Reseña del libro "Te veo pasar: Relatos"
Eduardo García vuelve a irrumpir en la narrativa homosexual, con estos relatos íntimos, sórdidos, sin esperanzas, que nos deja a los lectores como espectadores silenciosos de la agonía del amor. Te veo pasar, el relato que da inicio a estas dieciséis historias y un invitado, cuenta lo que sucede con un amor platónico. La idea de lo perverso en la vejez se hace presente en El paraíso un día más. En Un lugar contigo, nos plantea la pregunta de las relaciones abiertas para mantener el fuego entre dos seres desamparados. Un ángel en mi cama es un texto de marcado tinte de afrenta que acusa la cobardía de asumir una relación de pareja estable, en el fondo, de querer amar a otra persona. En varios cuentos explora algo nuevo, para provocar, sin duda; algo usual en él, y se instala en la cornisa de una catedral salvaje, como una gárgola que deja libre su mente para escribir el relato El Amor filial, reescribiendo el relato bíblico de Caín y Abel. Recrea a su modo la ley del Talión "ojo por ojo diente por diente" en La lección. Y podría leerse entre líneas en El cuento del niño más hermoso del mundo el sacrificio del cordero divino. Entrelaza a lo largo del libro, coloquios que son diálogos sin ser diálogos, porque nos dice que simplemente no sabemos escuchar los tintes y ritmos de la amistad y, peor aún, del amor. Ha vuelto a reescribir un par de cuentos antiguos y siguen siendo tan soberbios como en el comienzo. Carlos Salinas con Pase lo que pase, nos deleita con un cuento que refleja la intensidad de sus canciones. En todos estos cuentos flotan las experiencias del autor, la de sus amigos. En cierto sentido son más canónicos, aterrizados, pero no menos memorables. Su prosa es ágil, vertiginosa a ratos, llena de fluidos y erotismo. Sigue siendo el fisgón sin inhibiciones, lujurioso, agresivo que ha sido siempre. Ahora él le pregunta a sus personajes, criaturas inocentes, qué esperan del amor. Quizás, es una pregunta que debas contestar al finalizar la lectura de este libro.
