Yo soy la tal Espinela. La décima y la improvisación poética en el mundo hispano
Reseña del libro "Yo soy la tal Espinela. La décima y la improvisación poética en el mundo hispano"
El poeta improvisador de hoy, como el de todos los tiempos, en algo debe parecerse a los caballeros andantes, pues, al decir de Don Quijote, practica "una ciencia que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa de que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y comunicativa, para dar -y para decir- a cada uno lo que le conviene"; ha de ser teólogo cuando habla de religión, médico que sane las heridas emocionales de los oyentes, astrólogo para predecir por el ambiente lo que a la gente oyente le conviene oír, matemático para medir lo que en cada momento necesitará decir de lo grave y callar de lo menudo, y "ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales", y saber nadar-y guardar la ropa- y finalmente "ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesteroзos y mantenedor de la verdad, aunque le cueste la vida en defenderla".