Reseña del libro "Un Hombre En Ruicala: Cuentos"
En el libro Un hombre en Ruicala existe un reducto de esperanza, soportado por la decisión de respetar una moral, esa moral que sustenta el filósofo Alain, y que no es otra que la que surge de la dignidad de ser hombre, es decir, del hecho de pensar y poder diferenciarse de una piedra o de un clavel, y que apela a la voluntad para hacer que el cuerpo tenga un espíritu que lo eleve hasta alcanzar su máxima aspiración: la sabiduría. Hablar de sabiduría en esta época de Internet y postgrados, resultaría un anacronismo si no se tuviera un concepto amplio de este término, entendido, más allá del saber técnico y científico, tal y como Montaigne lo preconizó "Aunque podamos ser eruditos con el saber ajeno, sólo podemos ser sabios con nuestra propia sabiduría." Vale decir, con esa particular forma de ser feliz, dentro de la mayor lucidez, que surge como un estado producto de saber vivir en la verdad y en el amor, lo cual es una noción que cada quien debe inventar, a partir de su aquí y de su ahora.