Reseña del libro "Castilla la Mancha, Extremadura"
Castilla la Mancha, en la parte meridional de la Meseta castellana, es tierra de vastas llanuras, grandes valles y tierras altas, limitada por montañas y recorrida tambien por un sistema montañoso que es como su espina dorsal. Junto a tres grandes cuencas fluviales: las del tajo, Guadiana y Jucar. Todo ello da lugar a paisajes agrestes y de gran belleza en los que se insertan sus ciudades. A este escenario natural, tan lleno de contrastes, se superponen otros escenarios no inferiores en grandeza: el imperial, que se concreta en Toledo, y el literario, en las tierras que vieron cabalgar a Don quijote y a Sancho, la simbolica dualidad española por excelencia. Extremadura, en el cuadrante suroeste de la Meseta, que aqui desciende de altitud, conserva una naturaleza en buena parte virgen y extensas dehesas, y en sus ciudades huellas monumentales de la presencia romana, como en Merida y la ruta de la Plata, del paso de los arabes, de la reconquista por las ordenes militares y la nobleza leonesa, y de los palacios que levantaron los conquistadores de America.